Hoy los sonidos de Colombia y África se encuentran en el escenario


La Orquesta Sinfónica Juvenil de Cartagena, el Colectivo Colombia y Ensamble Ida y Vuelta (África), estarán en el Puerto de Cartagena para participar en un concierto que sintetiza la idea de “tierra firme”.

Una buena historia siempre cuenta algo del pasado y hace saber —o vislumbrar, con esperanza o inquietud— algo del futuro. Un cuento jamás termina en el exacto momento de su final. Quien lee —quien ha leído— sabe que el agua seguirá corriendo. Y un buen concierto, en la medida en que es, siempre, alguna clase de relato, cumple con esas generales de la ley. Algo se cuenta sobre lo ya sucedido —obras, autores, raíces, tradiciones, épocas—. Y algo, aún no acaecido —la propia relación entre lo escuchado— comienza a gestarse.

Y si en los relatos suele haber un capítulo, un párrafo, a veces una sola frase que condensa la totalidad, como un núcleo donde todo aparece contenido y en tensión, el concierto de hoy, en el Puerto de Cartagena, tal vez sea esa médula capaz, en este caso, de sintetizar diez años del Festival de Música en Cartagena. Y, por supuesto, de hacer entrever su futuro. Allí están los sonidos de una orquesta sinfónica y los de instrumentos pertenecientes a culturas del norte africano; las melodías y ritmos y texturas del folklore colombiano, de otras regiones de América y, también, de otras tierras firmes desde donde alguna vez salieron barcos en busca de riquezas para encontrarse, en cambio, con nuevos infinitos. O desde lejanos imperios donde antiguos reyes y reinas, encadenados, fueron llevados como esclavos a los nuevos continentes aún sin nombre. Y allí, en ese concierto que se erige como eje del Festival, está también, junto a la excelencia y sin ponerla en desmedro, el Proyecto Social Orquestal, sostenido por la Fundación Puerto de Cartagena, la Fundación Música por Colombia y la Fundación Salvi, que hace el fortalecimiento de los procesos de conformación y consolidación de las nuevas orquestas en la ciudad.

Con el título El mar de los deseos. De Sevilla a Veracruz, la Orquesta Sinfónica Juvenil de Cartagena, “Nuestra orquesta”, reúne a los mejores estudiantes de los programas de música de la Red de Centros Orquestales de Cartagena, junto con el Colectivo Colombia, donde brillan la cantante Lucía Pulido y el saxofonista y compositor Antonio Arnedo, y el Ensamble Ida y Vuelta, conformado por músicos norafricanos y europeos. Cada uno de los grupos tendrá su momento protagónico. Habrá, por supuesto, encuentros entre unos y otros y la orquesta, dirigida por Sergio Sánchez, quien actualmente es director de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio Departamental de Música y Canto del Huila y tiene una larga trayectoria al frente de orquestas infantiles y juveniles, interpretará una obra encargada especialmente al compositor Pedro Sarmiento. De viajes y tornaviajes, que será estrenada en esta ocasión, propone una transformación temática desde la música ibérica (andaluza e hispano-árabe), pasando por el fandango y concluyendo con elementos de danzón y son veracruzano.

El Colectivo Colombia, por su parte, fue concebido por Arnedo hace trece años y nació de la reflexión sobre la posibilidad de una nueva música colombiana, tan capaz de hablar del presente como de tener presentes sus raíces. A lo largo de su trayectoria ha invitado a sumarse a otros grupos y solistas, como Puerto Candelaria, Polaroid, Curupira, Palos y Cuerdas, Guafa Trío, Hugo Candelario y Claudia Gómez, y hoy reúne, además de a su fundador y a Lucía Pulido, a Juan Miguel y Daniel Sossa (del Ensamble Sinsonte), Hugo Candelario (Bahía Trío) y Juancho Valencia (Puerto Candelaria).

El Ensamble Ida y Vuelta agrupa varios de los más prestigiosos intérpretes de músicas del norte de África con algunos destacados instrumentistas europeos. Su alma es Marwan Fakir, quien además de su aprendizaje familiar —y popular— estudió música oriental y árabe-andaluza en el Conservatorio de Marrakech, con el maestro Abdellatif Khortoma. Luego estudió violín clásico en el conservatorio de París 9º con Anne-Marie Morin y orquestación con Philippe Capdenat, perfeccionándose en el conservatorio de Tourcoing con Denis Le Meur y Hugues Rouse. Junto a él están Ricardo Mishaan, un guitarrista y compositor proveniente del jazz, Adama Bilorou Dembele, un multiinstrumentista y compositor que también se destaca como maestro de música tradicional del África occidental, y Marzouk Mejri, un notable percusionista nacido en Túnez. Músicas que harán realidad aquello que todo marinero sabe: las tierras firmes, como los espejismos, siempre están más allá.

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