
El mundo de la salsa y del espectáculo latino está de luto. Rafael Ithier, fundador, director musical y alma de El Gran Combo de Puerto Rico, falleció a los 99 años en San Juan, apenas un día antes de que la orquesta pusiera punto final a su gira mundial “Salsa Pa’l Mundo Tour”. El calendario marcaba una celebración; el destino la convirtió en homenaje.
Ithier, pianista y arreglista, fue mucho más que el líder de una agrupación: fue el arquitecto del sonido que convirtió a El Gran Combo en “La Universidad de la Salsa”. Bajo su batuta nacieron clásicos que suenan en fiestas, emisoras y verbenas de todo el continente: “Un verano en Nueva York”, “Me liberé”, “No hago más na’”, “Brujería” y tantos otros hits que marcaron generaciones y construyeron un legado imbatible en la historia de la música tropical.
El golpe emocional para la orquesta y sus fans es doble. El último concierto de la gira, que ya estaba vendido y prometía ser una noche de celebración, se transformó de inmediato en un gran tributo en vivo al maestro. Sobre el escenario, cada coro y cada soneo llevará el peso de despedir a quien dirigió la historia del grupo durante más de seis décadas, un éxito nunca antes visto en la salsa.

El Gran Combo ya anunció que continuará presentándose, pero con la promesa de honrar a Ithier en cada show. En Puerto Rico se preparan actos oficiales, homenajes televisivos y especiales de radio; en Colombia, Panamá, República Dominicana, Venezuela y todo el Caribe, las emisoras han empezado a programar maratones de sus canciones. Muere el hombre, pero queda la obra: un catálogo que se convirtió en banda sonora de la vida cotidiana de millones de latinos y que seguirá sonando, generación tras generación.
